A medida que crece la popularidad del uso de las criptomonedas, un número cada vez mayor de personas recurre a los activos digitales para adquirir y vender bienes inmuebles.
El 5 de mayo se informó que una propiedad en Braga, Portugal, se vendió exclusivamente sobre la base de Bitcoin (BTC), sin que se realizara ninguna conversión a euros. Con este acuerdo, el negocio inmobiliario habrá sido el primero de su tipo.
El apartamento T3 en Portugal se adquirió por tres Bitcoins, lo que equivale a unos 110 mil euros. Los testigos de la firma de la escritura del edificio de apartamentos fueron representantes de la empresa inmobiliaria Zome, la firma legal Antas da Cunha Ecija, el presidente de Notaries y otros socios de Crypto Valley Suiza.
Zome anunció el desarrollo en una publicación de Facebook, enfatizando que la empresa está "en primera línea" en lo que respecta a la tecnología Web3 y la adopción de criptomonedas:
“Esta escritura representa un hito histórico, la transferencia de un activo digital a un activo físico, una casa, sin ninguna conversión a euros. ¡Creemos que hoy se abre un nuevo mundo de posibles negocios en bienes raíces!”
El director de tecnología de Zome, Carlos Santos, cree que el acuerdo brindaría a la empresa nuevas oportunidades. Según Nuno da Silva Vieira, abogado de Antas da Cunha Ecija, la operación tiene potencial para ser una “gran oportunidad de crecimiento y creación de valor” en Portugal.
Zome está creando ahora otras iniciativas relacionadas con Web3 y se presentarán "muy pronto", según la conclusión de la entrada del blog de la empresa.
Hasta el mes pasado, la compra de bienes raíces con criptomonedas requería que el comprador primero convirtiera sus tenencias de criptomonedas en euros. Sin embargo, desde entonces, la Orden de Notarios de Portugal ha desarrollado pautas explícitas para la formación de escrituras para transacciones inmobiliarias que se realizan completamente a través de activos digitales.
Sería necesaria una comparación de los valores criptográficos entre el momento en que se registró la escritura y cuando se firmó el contrato de promesa, así como entre las fechas de los dos documentos, para evaluar si la transacción fue legal o no si valía más de 200,000. euros